martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
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Trabajo de fotomontaje
Llamamos fotomontaje al proceso (y resultado) de hacer una ilustración a partir de otras. Consiste en fundir en una imagen final, mediante técnicas de cámara o de laboratorio, varias fotografías o segmentos de éstas. Es también una herramienta de creación para muchos artistas, inspirada en la técnica del collage.
La manipulación de fotografías es tan antigua como la fotografía misma. En los libros sobre fotografía del siglo XIX se habla con entusiasmo de “divertimentos fotográficos. Existen infinidad de postales cómicas, álbumes de fotografías, pantallas y recuerdos militares realizados según la técnica que ahora llamamos “fotomontaje”.
En el siglo XX, el fotomontaje dio un giro radical a una de las características principales de la fotografía: la ilusión de realidad, pues fabricó escenas ficticias hechas a partir de “pedazos de realidad”. El fotomontaje hace evidente cómo la fotografía es susceptible de ser manipulada para reorganizar o desorganizar la realidad.
El arte del fotomontaje empezó en Europa justo después de la Primera Guerra Mundial. El término fotomontaje se inventó en el grupo Dadá de Berlín, en Alemania. Muchos de los primeros montajes de Dadá se usaron como portadas e ilustraciones de revistas y manifiestos del movimiento. Su estilo era anárquico y usaban elementos yuxtapuestos que asemejaban una página de periódico. A partir de estos experimentos iniciales, las mayores figuras del fotomontaje Dadá emergieron con estilos y propósitos diversos.
Desde 1923 hasta entrada la década de 1930, los usos del fotomontaje se extendieron rápidamente al campo de la publicidad y de la propaganda política. El fotomontaje político tiene un efecto poderoso porque los objetos que muestra son reales.
Cercano a la anarquía visual dadaísta, el constructivismo ruso se apropia también del fotomontaje desde una postura mecanicista, que ya había esbozado el futurismo a través de Arturo Bragaglia y Carlo Carrà, y llevado después a la práctica por autores como Mimo Paladino e Ivo Pannaggi. “Las fotos se asocian como piezas en una cadena de montaje” es una frase de Gustav Klucis que, como El Lissitzky y Rodchenko, fueron artistas constructivistas que trabajaron frecuentemente con el fotomontaje. Moholy-Nagy profesor de la Bauhaus recurre ya desde 1922 al fotomontaje como parte esencial de su obra, depurándolo en asociación con sus composiciones geométricas.
Varios de los artistas relacionados con el surrealismo y el pop art también utilizaron el fotomontaje en el arte.
En el fotomontaje clásico no importaba que se notaran las “costuras” en la imagen final (el rastro del recorte), y la falta de integración visual entre los diversos elementos que componían la imagen. Todo esto se justificaba en función del sentido que la imagen tomaba como relato construido con una determinada intencionalidad. El falseamiento era evidente. No había intención de engañar a nadie, y se asumía el carácter construido de la imagen. En cambio, la fotografía digital funciona, casi siempre, como una especie de fotomontaje tecnológicamente más avanzado que pretende disimular de manera sistemática los puntos de sutura entre los distintos fragmentos seleccionados y fusionados. Ya no se distinguen los “tijeretazos”, sino que vemos imágenes que se integran, ocultando el proceso de manipulación. Esto permite que este mundo digital, reconstruido por completo en una computadora, parezca real a pesar de esa segunda génesis virtual. Ésta es una de las grandes diferencias entre la fotografía tradicional y el fotomontaje virtual, pues aunque la imagen pueda ser manipulada en el momento de la toma, la fotografía documental no admite éticamente la posibilidad de manipulación a posteriori tras su obtención.
En la actualidad existen muchos artistas que se dedican al fotomontaje digital.
Fuentes: http://sepiensa.org.mx http://es.wikipedia.org http://es.encarta.msn.com